Isabella
Tres años y ochenta y seis cartas después, recibí la carta de todas las cartas.
Para el final del primer año, me había vuelto adicta a las cartas de Jasper, y él decía lo mismo de las mías. Pasamos a través de la muerte de su padre y varios cambios de destino, muchas rupturas de Rosalie y dos movimientos de mi lado. Poco a poco desarrollamos una codependencia de estas cartas.
Nuestras expresiones y saludos evolucionaron con nuestra relación. Nunca nos declaramos, pero era un conocimiento tácito. Ni siquiera podía mirar a otro hombre, sin pensar en Jasper.
No hay comentarios:
Publicar un comentario