ShadowBoxer 8

Capítulo 8: TU CAES, YO CAIGO, TODOS CAEMOS FUERTE.

Historia Original de nobloodnofoul.

Beta: Sara Gamboa.

Por favor, por favor, por favor / Fiona Apple.

Por favor, por favor, por favor
no más melodías.
Carecen de impacto, son pequeñas.
Ya han sido hechas.
Por favor, por favor, por favor
no más melodías.
Estoy tan cansada de llorar.
Tu piensas que era una sirena
pero yo y todos están en el mismo equipo triste
y tu puedes escuchar nuestro triste cerebro gritar.

Danos algo familiar
algo similar
de lo que ya sabemos
que nos mantendrá estables.
Estables
estables en ninguna parte donde ir.

Por favor, por favor, por favor
no más disculpas.
Al menos te compran tiempo
hasta que pasas la próxima etapa de la línea.
Por favor, por favor, por favor
no más remedios.
Mi método es incierto.
Es un desastre pero está funcionando.
Y quizás sí lo trataras
no te gustará cuando estés llorando.

Danos algo familiar
algo similar
de lo que ya sabemos
que nos mantendrá estables.
Estables
estables en ninguna parte donde ir.



BPOV

La mujer de la recepción me miró sospechosamente. Yo le sonreí pero estoy segura que se vio tan forzada como la sentí.

— ¿Y qué relación tiene usted con el Sr. Masen?

—Yo soy su…

— ¡Bella!

Me giré para ver a Jasper y Emmett corriendo hacia mí.  Ellos no parecían demasiado molestos y yo sentí desaparecer una pequeña parte de la tensión.  Emmett me alcanzó y me tiró a sus brazos; yo me sentí como una sardina enlatada.  El contacto físico trajo de vuelta las lágrimas y gemí ruidosamente contra su pecho.  El froto mi cabeza e hizo ruidos calmantes. Yo sentí la fría mano de Jasper contra mi brazo y lo mire.  El sonrió débilmente y asintió con la cabeza.

—Mike estaba en la pelea.  Él estaba hablando con otro hombre en la habitación trasera, ellos dijeron que pondrían algo en el agua para hacerlo perder.

El cuerpo de Emmett se congelo momentáneamente a mi lado, y entonces el empezó a temblar mientras decía maldiciones contra mi cabello.  Jasper apretó mi brazo y me alejó de Emmett.

—Quiero que me digas exactamente lo que oíste.  No dejes nada fuera.

—Um… bien, yo oí a alguien diciendo “Eddie Boy” y la voz sonaba realmente familiar, así que busque alrededor por el rostro.  Y vi a Mike.  El estaba de pie con un chico de pelo oscuro al fondo de la habitación, quien le preguntó si él había hecho lo que le había dicho.  Entonces el otro chico le preguntó cuanto había usado así que Mike le dijo “Todo”  y entonces el otro chico se molesto, diciendo que era demasiado.  Mike le dijo que el había tenido suerte de que ellos habían cambiado la pelea ahí, porque él no hubiera podido conseguir, el otro chico dijo que por eso King lo había planeado.  Mike le preguntó que eran todas esas cosas y el dijo que era algún tipo droga que sólo sería evidente con un test especifico.  Oh y el dijo que James puede o no haber sabido toda la cosa.

Los ojos de Emmett estaban relucientemente oscuros y sus puños estaban apretados a sus lados.  Los labios de Jasper estaban presionados formando una línea mientras me fulminaba con la mirada.

—Yo trate de avisarles, pero cuando estaba en medio de la multitud el ya se había desmayado.  Lo siento mucho chicos.

—Nadie está molesto contigo Bella. Nosotros sabemos que lo intentaste.  El va a estar bien.  El no tiene ningún golpe grave, pero en este momento esta en shock y ellos están tratando de estabilizarlo.  —La tranquilizadora voz de Jasper, me calmó y me relajé en  sus brazos.

—Tú tienes que decirle a alguien.  Ellos tienen que ayudarlo. —Mis emociones estaban confusas otra vez y yo no sabia si era posible sentirme mas cansada y mas consiente de lo que me sentía justo ahora.

Jasper paso de mi a Emmett y entonces se fue por el pasillo, donde yo esperaba que el fuera a informarle al doctor de Edward, acerca de lo que yo le había dicho.

— ¿Cómo te sientes pequeña?

—No me llames pequeña.  Y estoy muy asustada.  El no puede morir Emmett.  Lo que ellos dijeron… acerca de usar demasiado… que hay si…

—Edward es fuerte.  El esta al tope de su estado físico.  No te mentiré y diré que él va a estar bien de inmediato, pero él va a estar bien.  Ellos van a sanarlo


Era extraño, este lado suave de Emmett.  Él era gentil y tranquilizador y yo estaba absorbida por sus amables gestos.  Descanse mi mano en su amplio pecho y dejé salir el aire que había estado manteniendo.  Mi rostro se sentía hinchado y mi nariz ya no cumplía la función de dejar pasar el aire.

Jasper rodeo la esquina, levemente sin aliento y se aproximo a nosotros.

—El doctor va a realizar algunos test ahora mismo.  Ellos van a averiguar lo que sea que lo haya drogado y van  a ir desde ahí.  Ellos finalmente lo trasladaron de la sala de procedimientos y lo dejaron en la unidad de cuidados intensivos.  Ellos no le permitirían visitas hasta mañana.

Mis rodillas se debilitaron y Emmett me abrazo hacia él.  Yo me aferré a sus brazos pero mi agarre era débil.  Los toques tranquilizadores de Jasper en mi espalda, me alertaron de su proximidad.  Tomé una profunda respiración y empuje a Emmett.  Me paré por mí misma, enderezando mi espalda y levantando mi mentón.  Yo tenía que ser fuerte para Edward.  Tenía que hacer lo que fuera que el necesitaba que hiciera.

—Yo te acompañare de regreso al departamento de Edward, Bella.  Tú puedes asearte y nosotros te recogeremos cuando regresemos al hospital, ¿está bien?

Yo asentí a Emmett y dude, mirando a la mujer detrás de la recepción.  

—Ellos saben cómo avisarnos en caso de que algo suceda, Bella.

Yo miré a Jasper con duda en mis ojos pero de todas formas obedecí y los deje llevarme fuera del hospital.  Emmett me acomodo en la parte trasera del jeep y Jasper se deslizo en el asiento del pasajero.  El viaje al apartamento fue silencioso y tenso.  Salimos del jeep y me detuve cuando ellos me siguieron al vestíbulo.  Subir esas escaleras sin Edward parecía mal.  Sentía como si yo hubiera tomado otro camino, sin él.  Tragando audiblemente, yo subí las escaleras y llegue al apartamento antes de derrumbarme.  Me deslice por la puerta, llorando, hasta que mi cabeza palpito y ya no tenia sentido respirar a través de mi nariz.  Mocos y lagrimas corrían por mi cara y se congelaban en mis manos.

Pensé que el reconfortante aroma de las cosas de Edward me harían sentir mejor, pero ellas sólo me recordaron que el yacía solo en esa sala de cuidados intensivos.  Con eso en mente, un fuego se encendió bajo mi trasero, y corrí al baño rehusándome a seguir rememorando.

Voy a dejar de despedirme de alguien que aún está aquí.  El aún está aquí y todo va a estar bien.

Abrí con fuerza la ducha y me desvestí, mientras el vapor llenaba la habitación.  Saltando bajo el chorro, rápidamente me duche y me seque.  Camine al closet, e hice mi mejor esfuerzo por ignorar la forma en que su olor era mas fuerte ahí.  Ni siquiera quería pensar en acostarme.  Busque un par de jeans y una de las viejas camisetas de Edward.   Tomé una mochila vacía y comencé a juntar algunas cosas.  Jeans, poleras, boxers, calcetines, zapatos, camisetas… no puedo olvidar su camiseta… y unas pocas prendas para mí.  Me dirigí nuevamente al baño y puse su shampoo y acondicionador, productos para afeitar y unas pocas toallas.  Las del hospital apestaban.

No esperé por Emmett o Jasper.  Bajé las escaleras, tan rápido como me era posible sin romperme el cuello, y salí por la puerta principal.  Nos tomó a Edward y a mí casi una hora para llegar al parque caminando lento.  Yo llegue ahí en quince minutos, corriendo.  Después de necesitar cinco minutos para recuperar el aliento, entre al lobby nuevamente y me encontré con una mujer diferente en la recepción.

—Estoy aquí por Edward Masen.  Se que dijeron que esta en cuidados intensivos y que no tiene permitidas las visitas, pero me estaba preguntando si usted me dejaría saber cuándo el doctor las permitirá…

— ¿Cuál es su nombre señora?

—Isabella Swan.  Soy la novia de Edward.

—Está bien, si quieres dejarme tu número para avisarte…

—Oh no, eso no será necesario.  Estaré justo ahí.

Ella sólo pestañeo, así que yo le sonreí y camine hacia un viejo asiento y me senté.

Dos horas mas tarde desperté cuando alguien me estaba sacudiendo el hombro.

—Jasper, no me iré.

—No estoy diciendo que lo hagas.  Pero Emmett y yo vamos a bajar por algo para comer y tú vendrás con nosotros.

Yo gruñí y lo dejé arrastrarme por el pasillo.  Mientras me llego una bocanada del familiar aroma de la cafetería del hospital.  Café quemado y atún.  Mi estomago lo encontró atractivo, gruñendo.  Jasper me sonrió y Emmett ya estaba en la fila tirando cosas en su bandeja.

Cerdo.

Me decidí por una ensalada de pollo y una botella de jugo de piña.   Jasper fue tras la ruta de Emmett, juntando una variedad de comida al azahar.  Principalmente postres.

— ¿Has oído algo?  —yo estaba cincuenta y cincuenta de realmente querer saber la respuesta a esa pregunta.

—Sus pulsaciones cardiacas están estables.  Ellos van a moverlo de Terapia intensiva a una habitación normal en unas pocas horas.  Ellos uh… ellos lo tienen en coma inducido.


Este es uno de esos momentos donde tú, medio esperas que el mundo prácticamente se salga de su eje y vaya lanzándose al sol.  Una de esas cosas donde esperas que el tiempo vaya mas lento, hasta arrastrarse, para que tu puedas tener esos preciosos momentos extras, para pensar porque no puedes moverte o pensar.  Pero nada como eso paso.  La aburrida conversación en la cafetería continuo.  Jasper aún me miraba como si yo fuera a cortar su garganta y Emmett aún estaba empujando comida en su boca, a un nivel que ahogaría a un hombre normal.

Yo parpadee, mi tenedor cargado de comida se congelo a pulgadas de mi boca, la cual estaba ampliamente abierta.

—Su cuerpo necesita tiempo para recuperarse de las drogas.  Si ellos lo despiertan ahora, ellos no saben como su corazón va a tomar el estrés.  Ellos también averiguaron lo que fue puesto en su agua.  Fue un cocktail de drogas de Amytal, Tranxene, y Percocet.  Había al menos otras cinco drogas compuestas identificadas, pero no puedo recordar sus nombres y el doctor dijo que esas eran las que realmente lo habían dañado.  Básicamente la razón de todo esto es que su corazón esta realmente débil; ellos tiene que mantenerlo en este coma, hasta que este lo suficientemente fuerte para soportar el estrés cuando lo saquen de su sistema, mientras el esta consiente.  El podría sufrir un ataque al corazón si ellos lo despiertan ahora.

Repentinamente la ensalada frente a mi parecía repugnante y todo lo que yo quería era encontrar a Mike Newton y tomar una bate de baseball, para golpear su cráneo.

— ¿Que vamos a hacer con esto?

—No lo sé, pero lo que si se, es que justo ahora necesitamos enfocarnos en la recuperación de Edward.  Entonces podemos hacer algún tipo de plan para manejar a King y sus acciones.

Yo asentí.  Jasper pareció entender que no iba a terminar mi ensalada, así que se la llevó con las sobras de su comida y la botó.

Yo retome mi posición en ese estúpido e incómodo banco y espere.

Tres días. Él estuvo en coma por tres días.  Ellos no permitieron visitas durante todo ese tiempo, sin embargo tan  pronto como ellos le sacaron la vía, y dejaron su cuerpo despertara por si mismo, nos permitieron verlo.

Yo estaba de pie fuera de la puerta y oyendo atentamente mientras su doctor hablaba de lo que ellos esperaban de su recuperación.

—…Como dije, no espero que él despierte hoy.  Nosotros sólo le quitamos las benzodiacepinas hace un momento, y esto normalmente toma veinticuatro horas completas para lograr algún tipo de lucidez.  Yo les permitiré visitarlo, tanto tiempo como permanezcan sin hacer el mínimo ruido, y no traten de despertarlo.  Cuando él despierte, obviamente habrá efectos secundarios por los narcóticos en su sistema.
 Él estará confundido, sensible a la luz, y podría alucinar.  Podría hablar cosas sin sentido, si lo hace.

Asentí rápidamente con la cabeza, y le quería gritar que sólo nos dejara en la jodida habitación.  Él nos dio a todos una mirada de preocupación y giró el pomo de la puerta, dejándola abierta y nos hizo un gesto para que entráramos.

Mi respiración se detuvo y mi estomago se apretó cuando lo vi.  Él estaba tan pálido.  Las mantas de gasa envolviéndolo apretadamente, cuidando su cuerpo del frio de la habitación.  A pesar de la fría temperatura y las mantas, él estaba sudando.  Mi mano se extendió por si sola, y le quite el cabello de su cara.  Él tenía un tubo de oxigeno serpenteando bajo su nariz y varias vías endovenosas que iban de sus brazos y bajo las mantas.  Su rostro estaba rojo y magullado, pero ya no hinchado, y sus parpados estaban con tonos morados y verdes.  Las lagrimas caían por mi rostro.

—Lo siento tanto Edward.  Llegue demasiado tarde para ayudarte.

La gran mano de Emmett quitó mi mano del rostro de Edward y me envolvió en un abrazo.

—Hey, él está bien.  Él va a estar bien.  Y cuando tenga el alta medica del doctor, nosotros vamos a patear el jodido trasero de James, y le daremos a King algo acerca por lo que realmente llorar.  Tú tienes que ser fuerte para él Bella.  Todos tenemos que serlo.  Edward hizo esto porque es lo que él hace.  Nosotros sólo vamos a estar aquí para él.  Él no desearía que te culparas a ti misma por algo que no hiciste.

Yo me apoyé en Emmett y asentí contra su hombro.  Me acomodé en el duro asiento de plástico al lado de la cama de Edward y sostuve su mano.  Estaba hinchada, pero ninguno de sus dedos estaba roto o vendado.  Bese sus dedos y puse mi cabeza en su hombro.  Se sentía bien tocarlo, sentir su solidez bajo mi mejilla y oír su respiración.

Las horas pasaron en silencio.  Emmett y Jasper iban y venían.  Yo dormía en la silla y usaba el pequeño baño de al lado y no me fui, cuando el doctor vino a chequear sus signos vitales.  Alrededor de las tres de la mañana el doctor vino y se aclaro la garganta.

—Le diría que se fuera, pero tengo la impresión que haría más daño que bien.

Yo simplemente lo miré.  Mis ojos se sentían secos y mi garganta irritada.  A ese punto ni siquiera tenia la energía para asentir. 

—Él va a estar bien.  No voy a decirte que sólo despertará milagrosamente y nuevamente estará bien, pero con el cuidado adecuado y algo de tiempo, va a mejorar.  Algunas personas dicen que hablarle a la gente cuando esta así inconscientes… ellos dicen que ayuda.

El doctor puso una mano en mi hombro, mientras yo me volví para mirar la relajada cara de Edward.  Dejó caer su mano y oí la puerta cerrarse cuando se fue.

—Um… así que, no sé qué decir justo ahora.  Te extraño.  Te extraño tanto que ni siquiera es divertido.  No se como lo hiciste, para dar vuelta mi mundo en tan poco tiempo, pero lo hiciste.  Yo… yo no retirare lo que dije la otra noche.  Te amo Edward.  Te amo jodidamente demasiado y esta aterrándome.  Todos siguen diciendo que estarás bien y yo espero que no los dejes como mentirosos a todos.  Estoy tratando tanto justo ahora de ser fuerte  para ti, Edward.  Yo quiero que vuelvas y estés bien otra vez.  No te mentiré, soy tan egoísta.  Quiero que vuelvas porque te necesito.  Necesito que vuelvas a arreglar esto otra vez.  Yo no me he… sentido de esta forma, desde hace mucho tiempo y necesito que lo traigas  de vuelta, ¿ok?  Por favor sólo despierta y déjame ver esos ojos,  y esa sonrisa. Haré lo que sea por eso.

—Japer y Emmett están aquí también.  Bien, no en esta habitación ahora, pero ellos están en el hospital y están esperando a que tu despiertes al igual que yo.  Todos te extrañamos. Yo, mmm… yo no se que mas decirte, sólo que te amo y que no puedo respirar sin ti aquí, así que, por favor vuelve a mi.  Vuelve y arréglalo todo de nuevo.  Yo se que tu me amas también y esta bien que no puedas decirlo.

—Yo se que vas a hacerlo cuando despiertes, y quiero decírtelo ahora, cuando tu no puedes responderme nada, puedo esperar, ya que yo no voy a ir a ningún lugar.  Esto es sólo algo que tengo que aceptar acerca de ti y que tú lo hagas.  Pero yo quiero que sepas… que yo te amo y estoy dispuesta a hacer lo que sea, que sea necesario para estar contigo.  Yo nunca le he dicho tanto a nadie antes, me siento realmente tonta en este momento diciéndole a alguien, que  tal vez es incapaz de oírme, pero supongo que eso es sólo una cosa más que tú me haces hacer, y que nadie mas ha logrado.

—Vuelve Edward. Despierta. Por favor, por favor despierta… tú dijiste que harías todos esos arreglos con Emmett pero yo no quiero arreglos, yo sólo te quiero a ti…

Las lágrimas ganaron al final y yo sentí mi garganta contraerse con un gemido.  Bajé mi cabeza a la sabana, al lado de su brazo y presione mi rostro en el tieso algodón.

Él tenía que despertar.  Él sólo tiene que hacerlo.  No puedo hacerlo sin él.

Tomó dos días más.  Dos largos días para que él despertara.  Y cuando lo hizo, yo estaba jodidamente dormida.  La primera cosa de la que me di cuenta, cuando mis ojos decidieron cooperar con el resto de mi dormida mente, era que estaba muy brillante en donde yo estaba.  Y antes  de que incluso los abriera, oí la bulliciosa voz de Emmett.

—Pienso que ella está despertando  Amigo, ella ha estado aquí todo el tiempo.  Ella no se iba. ¡Jasper y yo tuvimos que obligarla a comer!

—Cierra la boca Emmett y por el amor de Dios baja el tono, hay mas gente enferma aquí en el hospital, que no quiere saber nuestras cosas.  —Jasper le dijo siseando.


Sentí los suaves toques de los dedos de Edward acariciando mi mejilla y estuve consiente de el extraño ángulo en el cual estaba.  Sentí mi pierna dormida debajo de mí, apretada entre mi trasero y la silla.  Mi torso yacía en la mitad de la cama, la mitad fuera y mi brazo izquierdo estaba bajo mi cabeza, la cual estaba girada a la derecha en un severo ángulo.  Yo sentí la saliva colgando de mi boca y entonces un segundo mas tarde el sonrojo alcanzando mi cuello y sobre mi rostro.  Yo miré hacia arriba y me giré para ver a Edward acostado sobre tres almohadas que lo elevaban.  La cama había sido levantada un poco, para que él pudiera ver alrededor de la habitación fácilmente.  Debo haber lucido como retardada sentada ahí, mirándolo con mi boca abierta colgando y babeando de un lado.  Él se rio de mí y acaricio mí pelo antes de limpiar mi baba con su pulgar.  Yo me sonroje más fuerte y miré hacia abajo pero no por mucho tiempo.  No podía sacar mis ojos de él.

Lo miré y él sonrió.  Tomó mi mano en la suya y la apretó.  Cuando habló su voz era ronca.

—Emmett me dijo lo que paso.  Podrías haber salido herida si ellos hubieran sabido que estabas oyendo.

—Yo um… no fue mi intención

—Pensé que te había dicho que te fueras antes de que la pelea comenzara.

—No podía alejarme de ahí Edward.  Yo tenia que saber lo que estaba ocurriendo.

Él me miró con preocupación por un momento, pero no me importaba.  Él estaba despierto.  Él estaba bien.  Él volvió a mí.  Le sonreí y sus hombros se relajaron mientras él me sonreía de vuelta.

¡Anotación! ¡Ganamos!

—Ugh, ustedes dos hacen mis dientes duelan.  —Miré a Emmett y me reí de su cara arrugada.

—Calla  McCarty.  —Me reí más fuerte con la ronca respuesta de Edward.

— ¿Hace cuando que estas despierto?

—Media hora, quizás.  Tú necesitas ir a casa y dormir un poco.

—Um, lo siento, pero he estado esperando aquí por cinco días a que tú despertaras, “DIAS”, Edward.  No me voy a ir ahora que lo que he estado esperando, finalmente ha pasado.  ¿Cómo te sientes? ¿Necesitamos traer al doctor?

—Nosotros ya le dijimos a las enfermeras que Edward esta despierto.  El doctor debería estar aquí cuando tenga un momento. —Me informó Jasper.

—Quiero una revancha.

Los tres nos giramos para mirar a Edward. Yo sentí como si debiera frotar mis ojos y pellizcarme a mi misma, para estar segura de que esto no era una pesadilla.

—Uh, no.  Esa no es una buena idea.

—Estoy de acuerdo.  Esa es la peor idea que he oído.  —Miré a Emmett con apreciación.  Al menos tenia alguien de mi lado.

—Yo pienso que si eso es lo que tú quieres, entonces eso es lo que haremos.  —Mi apreciación cambio a malicia, mientras yo miraba a Jasper.  ¡Traidor!

—No me importa lo que  ustedes piensan.  Yo voy a tener una revancha.  Con o sin su apoyo, y voy a ganarle a James. No puedo dejar pasar esto.

Yo estaba confundida y de un modo enojada.  ¿Él quería dejarme?  ¿Él quería morir?

—Emmett, nos hemos conocido el uno al otro por años.  Has las llamadas.  Yo quiero una revancha.

—Está bien.  No me gusta, pero lo hare.

Edward asintió y Jasper miró por la ventana.

—Necesitaremos el tiempo correcto para entrenar, tenerte como estabas antes de que todo esto pasara.  Necesitaras semanas de rehabilitación para tu corazón y pulmones, y otro mes o dos para fortalecer la resistencia de entrenamiento —murmuro Jasper, casi para sí mismo.

¿Estaba yo en la dimensión desconocida?  El mundo realmente fue sacado de su eje.  Debería levantarme y chequear para ver  que tan cerca estábamos del sol; deberíamos estar dirigiéndonos directamente a el.  ¿Qué demonios está pasando?

—Tú… estas sentado en una cama de hospital, justo después de haber despertado de un coma medicamente inducido… tu corazón esta jodido debido a esas drogas… ¿y quieres agendar una pelea de revancha?

Edward me miró un momento en blanco antes de contestar.

—Sí.

— ¿Estas jodidamente loco?  ¿Tienes alguna idea… alguna idea de lo que pasamos observándote, esperando a que despertaras?   Y ahora, sólo giras el cuchillo mientras aún está fresco, ¿y dices que quieres hacer esto otra vez?

—No espero que tú entiendas.  Tengo que hacer esto.  No voy a sentarme aquí y lamer mis heridas, mientras ese imbécil se regodea con una falsa victoria.  Yo soy mejor que el.  Se que lo soy.  Yo voy a hacer esto a mi manera.

—Eres mejor que él.  Sí, todos sabemos eso.  Pero el drogo tu agua esta vez.  ¿Qué va ocurrir después? ¿Un auto bomba?, ¿que él envié a cuatro matones para que te golpeen antes de la pelea, en vez de solo dos?, porque te tengo una noticia corazón, No es sólo James, es ese jodido millonario de King quien está en esto también.

— ¿Crees que yo no sé eso? ¿Piensas que me patearon el culo porque me gusta?  ¿Piensas que quiero hacer esto por el resto de mi vida?  ¡No! ¡No quiero!  ¡Pero tengo que, porque tengo cuentas que pagar!  ¡Tengo una renta y el pago de un auto! ¡Te tengo a ti! ¡Tengo que hacerme cargo de ti!

La bofetada verbal a la cara me golpeo fuerte y lo miré con amplios ojos.  Él seriamente no acaba de decir eso.  Dime que no estoy escuchando cosas.  Dime que él no acaba de hacerme una “obligación”.  Moví mi cabeza para tratar de aclarla, pero nada funciono.  No podía hacerme a la idea.

—Bella, eso no es lo que quise decir.  No significaba eso.  Yo sólo, quiero hacerme cargo de ti.

—Para.  ¿Sabes qué?  Sólo para.  No puedo hacer esto ahora.  Aquí hay una bolsa con ropa y tus artículos de aseo.  Yo no puedo estar aquí ahora.  Lo siento Edward, pero me rehusó a ser ese tipo de mujer.  Yo no puedo… siento que pienses de esa forma.  Yo no puedo estar aquí ahora.  Veré como estas mas tarde.

—Bella, espera, por favor déjame explicarte…

Pero yo, ya estaba dirigiéndome  hacia la puerta.  Tenía que salir de aquí.  Este lugar estaba sofocándome.  Aire fresco.  Miré hacia el estacionamiento y vi mi camioneta aún en el mismo lugar que cuando llegue aquí; la primera noche en que fue traído.  Caminé lentamente hasta que llegue a la puerta y saque las llaves de mi bolsillo.  Deslizándome en el antiguo y viejo asiento, incline mi cabeza contra el volante y trate de llorar.  Trate de dejarlo salir, pero no venia.  Algo blanco  capturo mis ojos y miré hacia abajo para ver esa maldita toalla arruinando mi mundo.  La sangre se había secado, y cuando la recogí, estaba tiesa y dura.  La frote entre mis manos y entonces la arrojé en el asiento de atrás antes de poner en marcha la camioneta y dejar el hospital y lo que pensé, era todo mi mundo.


No es que yo estuviera enojada por su decisión  de pelear de nuevo.  Yo sabia que era inevitable.  Eso era  lo que él era y  yo había aceptado eso.  Era que el esta dispuesto a participar en el mismo juego idiota que su pandilla de turbios amigos que lo pusieron en esta situación, en primer lugar.  Honestamente, ¿no se preocupaba como nos sentíamos nosotros acerca de esto?  Por supuesto, Jasper estaría respaldándolo.  Por supuesto que el lo haría.  Emmett al menos tenía el cerebro suficiente para darse cuenta que esto era estúpido.  Cinco días.  Cinco largos días de oír a los doctores hablar acerca de daño cerebral, problemas cardiacos y falla de riñón.  Cinco largos días, sin saber una maldita cosa y el quiere saltar de vuelta al ring con éste imbécil.  Él estaba siendo egoísta.  Él estaba siendo egoísta y orgulloso, y no pensando en las consecuencias.  De cómo esta elección,  esta decisión, estaba afectando a los que estábamos a su alrededor.

¿Él pelea para ganar dinero, y así el poder cuidarme? ¿Qué tipo de basura es esa? ¿Y que hago yo ahora?  ¿Qué quiere el de mí?  ¿Qué quiere que yo le diga?

Hey, gracias por sacrificar tu cuerpo nene.  Cuando tu cerebro este muerto, en coma.  Yo estaré gastando todo tu dinero justo como tú lo deseabas.

¡Ugh! Si yo quisiera lidiar con estúpidos incomprensibles, me habría quedado con Rene y Phil.  Yo no podría decidir que me molestaba más,  el hecho de que él estaba instigando una revancha o el hecho de que él clame estar peleando por mí.

Había tanta mierda jodida en toda esta cosa.  Él estaba peleando antes de siquiera conocerme.  Él continúa peleando aunque tenga toneladas de dinero ahorrado.  Podría ir a la universidad, obtener un grado, y tener una vida decente.  Pero no, el pelea.  Y si él está peleando por mí,  ¿porque él no puede sólo… no pelear porque a mi no me guste?  ¿Es eso mucho pedir?

Aparentemente no.

Miré a mis pies y los golpee vanamente en el asiento debajo de mí.  Había hecho un gran circulo de dos cuadras antes de doblar y estacionar la camioneta en el Oz park.  Me senté en el mismo lugar que Edward me había traído y miré hacia el  cartel de neón del hospital.  Yo nunca me había sentido así, emocionalmente ligada a alguien y ahora que lo estoy, los chicos se volvieron clínicamente imbéciles.  Rodando mis ojos, apoye la espalda y tomé una profunda respiración, exhalando lentamente. 

Tengo dos opciones: Puedo encargarme, puedo volver ahí y decirle que lo apoyo en esto, porque lo amo.  O puedo tomar mis cosas y dejar la ciudad.

Opción A: enfrentar tus miedos y probar que lo amas.
Opción B : ser una cobarde y escapar.  Otra vez.

Bien, cuando lo pones de esa forma….

Resople todo el camino de vuelta a la camioneta y prácticamente volví perezosamente al estacionamiento del hospital.  Había estado cerca de cuatro horas lejos, y ahora el sol se estaba poniendo detrás de los generadores  al lado del edificio.  Yo traté de calmar mi respiración mientras volvía caminando por el pasillo a su habitación.  Emmett se había ido, pero Jasper estaba sentado en la silla que antes había usado y su cabeza colgaba cerca de Edward mientras ellos hablaban intensamente, probablemente formando algún tipo de plan para esta pelea.

Cuando entre en la habitación, Edward me dio una mirada de arrepentimiento.  Jasper se giró y me dio una fría mirada.  Le arquee una ceja desafiándolo y no me moleste en decirle nada, mientras él se levantó de la silla y dejó la habitación.  Estúpido.

—Mira, antes de que digas algo,  si tú vas a hacer esto… yo te apoyo.  Pero no oses en decir que lo estas haciendo por mi.  Me rehúso a ser la razón por la cual tú haces esto.  Y no permitiré que pongas esa responsabilidad sobre mis hombros.  Haces esto porque es lo que tú quieres hacer.  Y yo no soy una obligación.  Tú no estás obligado a cuidarme.  Yo me puedo cuidar a mi misma.  Así que si tu vas a hacer esta revancha, entonces bien, te apoyo.  Te ayudaré a entrenar, si tú quieres.  Pero no me hagas la razón para esta estupidez.

El tomó una tranquilizadora inhalación y miró sus manos, al gran enchufe de plástico en su dedo índice, conectado con el monitor cardiaco, pegado contra su palma.

—Lo siento.  No debería haber dicho esas cosas antes.  Y tú estás en lo correcto.  Yo no hago esto por ti. Lo hago por mi.  Pero también lo hago porque quiero ser capaz de hacerme cargo de ti.  Yo nunca he tenido a nadie a quien cuidar antes.  Nunca antes he tenido a nadie que me importe lo suficiente para cuidar.  Esto es nuevo para mi Bella.  Yo no se como decirte lo que estoy sintiendo.  Estoy molesto la mayor parte del tiempo.  Estoy lleno de esta energía reprimida.  Pero cuando estoy contigo, me calmo.  Puedo enfocarme.  Tomó decisiones contigo en mi mente.  No quiero ser egoísta; quiero pensar en ti y tus necesidades.  Quiero cuidarte.  Se que puedes cuidar de ti misma.  No me engañaré a mí mismo pensando que tú me necesitas.   Pero yo, quiero que tú me necesites.  Yo te necesito.  Te necesito demasiado.  Se que a ti no te gusta que yo pelee.  A mi tampoco me gusta el riesgo, pero es lo que mejor hago.  Es lo que soy ahora.  Esto probablemente no está saliendo bien…

—No, no es perfecto y entiendo tu punto.  Pero tu no puedes usarme como una excusa.  Haces esto por ti.  Yo comprendo la necesidad de tener una pelea justa, realmente lo hago.  Tienes que comenzar a tratarme como una igual.  No como esta mujercita a tus ojos.  Yo no puedo ser alguien dependiente. No es como soy.

Él se movió y me dio un vistazo a través de sus pestañas y casi cedi y fui hacia él, pero tenía que hacer valer mi punto.

Él suspiró y miró al techo antes de hablar otra vez.

—Bella, si tú quieres, si las cosas comienzan a ponerse muy intensas, ¿me retirare okay?  Yo dejaré de hacer esto y encontraré otro trabajo.  Sólo… no me dejes y haré mi mejor esfuerzo para tratarte como tú te mereces.

Mi interior se derritió porque él, honestamente me trataba mejor de lo que yo merecía.  Fui hacia él y me senté en el borde de la cama encarándolo.  Él tiro de mí para que estuviera  más cerca, envolviéndome en sus brazos.  Me acurruque en su cuello, respirando profundamente.  Debajo de todo el olor de su bata de hospital y el antiséptico, era Edward.

—Gracias por traerme mis cosas.

—Lo que sea, sólo bésame

Él rio y me besó castamente, pero yo quería mas.  Succione su labio en mi boca y él gimió antes de abrirla y deslizar su lengua en la mía.  Lo hicimos como adolescentes en su cama de hospital y entonces me acurruque a su lado en el pequeño colchón. 

— ¿Edward?

— ¿Si?

—Si alguna vez me vuelves a hacer esto, te pateare el culo.

—Si alguna vez vuelvo a hacer esto, te dejaré que lo hagas.

—Bien; no creo que seria capaz de hacerlo sin tu ayuda.

El rio contra mi hombro y presiono un beso en la base de mi cuello.  

—Duerme, mi Bella.  Mañana nos vamos a casa.

Yo sonreí y antes de darme cuenta, estaba dormida.  Se sentía bien tener sus brazos a mi alrededor otra vez.

Capítulo 9