ShadowBoxer 11


Beta:Sara Gamboa
Traductora: Carolina Aguirre


Canción: Fall Out Boy – Sugar We're Going Down

Soy más de lo que aun acordamos.
He estado muriendo, 
para decirte todo lo que quieras oír.
Porque eso es lo que soy esta semana.
Mentira en la hierba, junto al mausoleo. 
Sólo soy una muesca en tu posición de la cama.
 Pero tú sólo eres  una línea en una canción.
 (Una muesca en tu posición de la cama, 
pero sólo eres una línea en una canción) 
Deja un corazón, rompe un nombre. 
Siempre estamos durmiendo, y durmiendo en el equipo equivocado 
Vamos cayendo, cayendo en la ronda anterior.
Y azúcar, vamos cayendo y balanceándonos. 
Voy a ser tu número uno con una bala.
Un complejo de Dios cargado, que golpeé y tiré de él.



BPOV

— ¿Que estás haciendo?  —mi voz sonaba rasposa y extraña a mis oídos.

— ¿Qué es lo que parece que estoy haciendo? —su voz era baja y seductora.

— ¡Detente!  En serio.  No me gusta esto.  —yo estaba enojada; volátil.

—Estas mintiendo.  Puedo decir.  Sólo deja que pase.  —dedos acariciando mi cuello.  Temblé.

— ¡Aléjate… de mi… no me voy a quedar aquí!  No voy a hacer esto.  Este jodido juego del gato y el ratón es antiguo.  ¿Qué vas a hacer cuando ella te atrape?  —mi voz elevándose una octava mientras llevaba mis amenazas.

La histeria es como un fuego salvaje, te atrapa tan rápido.

Su profunda risa retumbo contra mi brazo mientras yo retrocedía mas lejos.  Estaba preocupada; atrapada.  Mis dedos mordían por la madera de la esquina y mi cabeza moviéndose lejos de su cara.  Él estaba empujando demasiado lejos esta vez.  Él estaba demasiado cerca.  Esto estaba mal.

— ¿Tú quieres decir nosotros?

—No hay nosotros.  Por favor sólo detente.  Te estas avergonzando a ti mismo  —el miedo perdió su ritmo, y los temblores comenzaron a  mostrarse a través del atrevimiento.

Su única respuesta fue otra risa, sólo que más suave.  Restregué mis ojos cerrados y me empuje lejos del barato borde plástico y lo rocé al pasar a su lado, fuera de la cocina.  Sentí sus gruesos dedos morder mi antebrazo y mantenerme atrás.  Él estaba yendo muy lejos esta vez.  Esto no era normal.  Pánico fluyó repentinamente, mis extremidades y yo luchando contra su agarre de hierro.

Aléjate, escapa, déjalo todo.  Sólo vete.

—No puedes correr, Bella.  Esto no es una cosa mala amorcito.  Esto es lo que nosotros se supone que hagamos.  Nosotros debemos ser de esta forma.  ¿No puedes sentir cuan correcto es esto? Sólo tócame Bella.  Muéstrame que tú puedes hacerlo.

Bilis subió a mi garganta, mientras sentía su erección presionando la piel de mi cadera.  Esto era asqueroso e incorrecto.  Sus dedos rozaron mi pecho derecho.  Lágrimas llenaron mis ojos, mientras alcanzaba mi mano y hundía mis uñas bajo su mano y me liberaba a mi misma de su agarre.  Me giré para chillar y gritar.  Me giré para decirle que nunca tendría lo que él quería; que él no merecía lo que ya tenia.  Que era una persona jodida y que yo no iba a dejarlo continuar molestado a todos a su alrededor.  Pero mientras me giraba, miré dentro de dos fríos ojos grises, cabello rubio corto, y facciones infantiles.

¿Qué mierda?

James burlándose de mi.  Pero era… había sido…

—Tú no puedes escapar de mi Bella.

— ¿Qué…?  ¿Qué mierda…?

Mis piernas parecían estar llevándome lejos de él, pero no lo suficientemente rápido.  La voz era la misma, pero la cara era equivocada… estaba todo equivocado.

—Rene lo sabe.  Ella ahora te odia, Bella; ella ahora sabe que todo esto fue un error.

Mi garganta se encogió y jadeo por aire.  Necesitaba aire.  Necesitaba a Edward.  ¿Dónde estaba Edward? ¿Él fue un sueño? ¿Qué mierda está pasando?

Giré a mí alrededor y vi a Charlie parado en la ventana, al lado del desayunador. Estaba sin expresión; carente de toda emoción.  Repentinamente él se volvió y camino fuera de mi vista.

¡No! ¡Te necesito! ¡Espera, Ayúdame!

Mis manos tratando de abrir la ventana. Si sólo pudiera abrir el pestillo y finalmente lo hice.  Pero la ventana se quedo fija, cerrada.  Mirando hacia abajo vi los clavos.  Montones de ellos clavados al marco; torcidos, doblados y oxidados.  Miré hacia arriba y vi a Edward fulminándome con la mirada a través del vidrio.

—Me mentiste.

Su voz era tan clara como una campana a pesar del ancho panel de vidrio separándonos.  El aire comprimido y mi cuerpo estaba pesado de tensión.

—No, nunca te mentí.  Yo trate… sólo quería ser fuerte por ti.  Por favor Edward… te amo.

—Yo no te amo.  Eres casi una niña, Bella.  ¿No viste que fue por eso?  Honestamente, necesito algo que tu me das.  Esto es todo lo que fue.

— ¿Edward? Por favor, tu no quieres decir eso.  Por favor Edward.  Te necesito.  Estoy asustada,  ¿cómo puedo salir de aquí?  Rescátame.  Sálvame.  Ámame.   Por favor… te necesito.

—Se suponía que no te irías, Bella.  Tú hiciste esto, ¿recuerdas?

Mis manos estaban pesadas de repente y miré hacia abajo, para ver un martillo en una mano y un montón de clavos en la otra.  Los deje caer rápidamente como si quemaran y volví mis ojos rápidamente hacia  el rostro de Edward.

—Edward… no… yo no quería esto.  ¡Por favor, ayúdame!  ¡Tienes que ayudarme!

— ¿Por qué?  Bella, tú mentiste.  Nunca me dijiste cuan jodida estabas.  ¡Jesús, ella es tu madre Bella!  ¿Cómo pudiste?

Y entonces ya no era  mas la voz de Edward, y esos no eran sus ojos de bosque, sino negros pozos.  Yo conocía esos ojos; esas pupilas dilatadas estaban quemando mi mente por siempre.  Y los castaños cabellos de Edward repentinamente se volvieron mas claros; alisados en cabellos rubios que salían de su cabeza.  Su nariz se aplasto y enancho; su piel se volvió mas oscura.

No. No, no es el mismo.  Él no es el mismo.

— ¿Por qué estás haciéndome esto?  ¿Por qué no te vas?

Él no contesto, sino que en vez de eso sonrió y apoyo sus manos en la venta.  Él golpeó uno, los clavos crujían.  Él golpeó dos; la madera astillada.  Él golpeó una tercera vez y el vidrio se rompió.

Mis ojos se abrieron y jadeé por aire.  Mi corazón latiendo rápidamente en mi pecho mientras trataba de recuperar mi balance con la realidad; era sólo un sueño.  No era real.  Giré mi cabeza y vi a Edward acostado a mi lado, dormido.  Sentí mi corazón apretarse a la vista de él.  Su frente apoyada en mi hombro y su brazo derecho estaba extendido hacia mi.  Sentí sus nudillos descansando a mi lado, como si él estuviera asustado de tocarme.  Yo lo hice.  Jodidamente hice eso.  La noche anterior fui una jodida perra y lo hice sentir de esa forma.  Mierda.  No sólo descargue mi agresión en él, sino que jodi  su cabeza usando mi cuerpo.

Me sentí enferma.  Mi estomago revuelto y me senté lentamente.  Fue una lucha no salir corriendo de la cama hacia el baño.  No quería despertarlo.  No quería lidiar con esto aún.  Una vez que estuve a salvo en los confines del baño, vacié lo poco que tenia en mi estomago.  Como si la purificación física fuera suficiente para saciar la emocional.

Me apoyé contra el vanitorio y sostuve mi cabeza en mis manos.  Mi cerebro era tres veces demasiado grande para mi cráneo; mi boca estaba seca y asquerosa.  Estaba sudando y mi cuello se sentía como si estuviera hecho de hierro.

Jesús, soy demasiado joven para esta mierda.

Las memorias del sueño estaban desvaneciéndose en mi mente y luche para retener los eventos, pero ellos estaban fuera de mi alcance.

Deje el baño después de enjuagar mi boca y cepillar mi pelo; pareció ayudar en algo.  Caminé lentamente a la cocina, y fui golpeada con la más extraña sensación de déjá vu.  Restándole importancia, prepare café e hice mis rondas matutinas para limpiar la casa.

Comencé a hacer el lavado de ropa y vajilla, sacudí el living y la oficina de Edward, me acomode en el sillón para esperar la ropa mientras bebía mi café.

No llevaba ni la mitad de mi café, antes que un fuerte golpe llamara a la puerta.  Levantándome fui a contestar y ore que fuera algo que pudiera manejar.

— ¡Hey Bella!

—Hola Alice, ¿qué pasa?

—No mucho, sólo oí que fuiste a la pelea anoche… Emmett lo menciono y bien… sé que Jasper…

— ¡Damas!

Giré a la derecha y vi a Emmett corriendo en el pasillo hacia nosotros.

— ¡Emmett!  

— ¡Bella,  Alice! Hey, es que necesito un favor.

Incline mi cabeza hacia un lado, justo mientras Alice cruzaba los brazos sobre su pecho.  Estaba a punto de preguntar que necesitaba cuando Alice hablo.

—No Emmett.  No te depilaré otra vez

—Uh, no.  Y tu prometiste que no le contarías a nadie sobre eso.  Mira necesito algunas ropas de chica.  Las mías son demasiado grandes.

Ahora yo tenia que decir algo; era demasiado bueno para resistirme.

—Um, Emmett querido,  yo se que lucirías adorable en cualquier cosa que vistas, ¿no piensas que ser travesti es demasiado?

Él me fulminó y rodo sus ojos antes de apoyarse contra el marco de la puerta y hacer un puchero.

—Mira, la chica de anoche, Rose, ella esta en mi habitación y necesita ropa, pero la mía es demasiado grande.  Así que si tu pudieras prestarme algo Bella, estaría enormemente agradecido.

— ¡Hey!  ¿Porque le estas pidiendo a Bella?  ¿Porque no a mí? ¡Yo también uso ropa de chica después de todo!

—Bien, lo haría caramelito, pero Rose es mas alta y mas de la talla de Bella… así que sólo pensé…

—Oh, cállate cara de mono, lo entiendo.

—Está bien Emmett, que hay si tomo un par de cosas y voy ahí en un minuto.  Ella podría necesitar a una chica… no… a ti.

Emmett asintió y se devolvió por el pasillo.  Miré a Alice y le hice un gesto para que entrara.

—Iré a tomar una ducha realmente rápida.  Hay café en la cocina si tú quieres algo… un segundo pensamiento, no importa. Tú no lo necesitas.  Edward aún está dormido, así que sólo será un segundo.

Tomé la ropa que pensé ella podría querer vestir,  un par de pantalones, una camiseta.  También tomé un conjunto de ropa interior que aún tenia las etiquetas en el y  regrese el brasier al cajón.

Son mucho mas grandes que las mías…

No me moleste en cambiarme y supe que la cara de Alice no tendría precio cuando dejara el apartamento de Edward en mis pantalones de pijama de franela y una camiseta.  Ate mi cabello en un moño suelto y besé a un Edward durmiente antes de cerrar la puerta de la habitación suavemente.

Justo como había esperado, ella dio una mirada fulminando mis pantalones, lo cual sólo me hizo reír.  Deslicé mi teléfono en el bolsillo de los pantalones de Edward y sentí el peso de el golpear contra mi pierna.  Alice rodo los ojos y me sonrió mientras caminábamos juntas a la salida del apartamento.  Me sentí un poquito culpable por dejar a Edward ahí sin decirle donde iba, especialmente después de lo que había pasado la noche anterior.  No fue mi intención hacer lo que hice… sólo lo hice.  Realmente no quería pensar acerca de ninguna de esas cosas.  y yo realmente no quería pensar acerca de cómo iba a actuar a través de la mierda que estaba pasando entre nosotros.  No sabia que iba a ocurrir o si incluso lo supiéramos, sabía que yo lo intentaría… si él lo quería.

Evade, evade, y evade más.

Alice guio el camino hacia el apartamento de Emmett y lo atrapamos saliendo por la puerta justo cuando doblamos la esquina.

—Ella se está… arreglando.  voy a ir a hablar con Jasper por un minuto.  Um… sólo… vayan con cuidado.

Bien esa fue un poco amenazador.  Miré a Alice con una mirada vacía; ella sólo se encogió de hombros y empujó la puerta para abrirla.  Tomando una profunda respiración, la seguí y miré alrededor del apartamento de Emmett.

Estaba un poco despojado de muebles, además de un fotón azul y un sillón reclinable a juego.  Tenía una alfombra arrojada sobre el piso de madera y su mesita de café era de madera.  Las paredes estaban pintadas blancas y sus cortinas  eran color borgoña oscuro.  Era sencillo y sofisticado, y yo no podía evitar pensar que calzaba con el perfectamente.  Alice nos guio por el pasillo hacia la habitación principal y golpeo la puerta.  Oímos una apagada respuesta que podría haber sido “pase” o “aleta de perro”.  Me encogí de hombros y entramos en la habitación lentamente.  Ahí en la cama King Size de Emmett, estaba la chica  de la noche anterior.  Su cabello era como un pajar en su cabeza; su cara estaba roja y machucada.  Su nariz hinchada y ella lucia miserable aun vistiendo el mismo vestido.  A través de sus ojos borrosos, ella nos miró.  Enderezo su espalda puso sus manos en su regazo.

— ¿Quiénes son ustedes?

—Yo soy Alice y esta es Bella.  Somos amigas de Emmett.  Él nos pidió venir aquí y ver si necesitabas ayuda.  Bella te trajo un cambio de ropa.

Emmett no nos pidió ayudarla, pero no iba a abrir mi boca.  Rose pareció entender y yo iba a permanecer seguramente apoyando a Alice en esto.  Me acerque, entregándole la ropa y ella las tomo lentamente.  Su nariz se arrugo con los pantalones de buzo y me sentí una pulgada mas alta.  Por supuesto que ella estaría esperando algo mas bonito que eso.  Me sentí estúpida ahora por haberlas llevado.

—Así que… Emmett dice que tu nombre es Rose…

—Rosalie Hale.

—Oh, así que deberíamos llamarte…

—No, Rose está bien.

Tuve que abrir mi boca y a la velocidad que esto estaba yendo, no pensé que Emmett repentinamente viniera dando saltos dentro de la habitación.

— ¿Cómo están mis chicas favoritas?

Instantáneamente la cara de Rose se suavizó y sonrió un poco.  Emmett arrojó un brazo sobre mi hombro y se sentó a mi lado.  Yo estaba muy consciente de los ojos de Rose achicándose en el gesto.

¡Escapa!, ¡escapa! ¡Aléjate ahora que tú piel aún está unida a tu rostro!

Le sonreí al feliz semblante de Emmett y espere que no luciera como una mueca que yo sabia que era.  Él me sonrió y miró expectantemente a Alice y Rose.  La mirada que me estaba dando Rose, me hizo sentir enferma.  Alice, sin embargo, estaba en completo control de la situación.

—Ugh, ¡Vamos Emmett!  Déjanos tener un momento de chicas aquí.

Él se rio y se levanto, levantando sus manos en un signo de rendición.

—Estaré en el living si me necesitan, chicas.

Jodida Alice.  Emmett era la única cosa protegiéndome de tener mi cuerpo desmembrado.  Mierda.  ¿Porque diablos no le gusto a ella?  A ella le gusta Alice…

— ¿Así que, tu eres la Bella de la que tanto habla Emmett?

Esta pregunta me atrapo con la guardia baja.  ¿Emmett habla de mí?  ¿Él le hablo de mí a la súper rubia? …uh… ¿porque?

—Um, supongo que lo soy.  Sólo lo he conocido por unos pocos meses.  Aunque él es un gran chico.  Luce grande y amenazador, pero realmente él es sorprendente.  El chico más dulce que conozco.

Alice tomo mi lugar para acotar ella misma.  Yo pienso que ella sabía que le había simpatizado a Rose.

—Bien, después de Edward.  ¿Cierto, Bella?

Ella tironeo mi brazo y sentí el calor elevándose a mis mejillas.  Después de la noche anterior, Edward podría no quererme de vuelta en su departamento, mucho menos llamarlo el mejor de los chicos que conozco.

—Bien… Edward es… Edward.  Por supuesto que él esta en el tope de mi lista para todo.

Rose se relajó visiblemente pero aún no me sonrió.

—Así que Bella esta con este chico Edward, ¿con quién estas tú?

la mirada en la cara de Alice, no tenia precio.  Ella lucia como pez dorado jadeando por agua.  Sus ojos realmente abiertos y su boca se movían en silencio, tratando de imaginarse que iba a salir de ella.  Entonces me golpeo.  Esta mañana cuando ella vino y quería hablar acerca de Jasper… Oh esto es demasiado bueno.  Esto es mas bueno que la molesta Rose.

— ¡Santa mierda en  el altar!  ¡Te gusta Jasper!

Yo estaba saltando en la cama.  ¡Esto era jodidamente perfecto! Por primera vez desde que la había conocido, ella se ruborizo y miró hacia abajo a sus manos.  Demasiado jodidamente perfecto. Los pensamientos de la gata sensual que sentó junto a ella me perdieron al minuto que encontró esta información.   ¿Rose?  ¿Rose qué?

— ¡Alice!  Te gusta, ¡¿verdad?!  ¡Te gusta!  ¿Porque no me lo dijiste el otro día?

— ¡Porque yo no creo gustarle a él!  —ella gimió.

Me sentí mal por presionarla, porque sus ojos se llenaron de lagrimas y Rose se alejó de ella como si tuviera la plaga.  Supongo que el moco seria una cosa mala para una supermodelo.  Pero con su cara toda golpeada así, realmente no pensé que ella se creyera tanto.

—Alice, alguna vez le has mostrado a Jasper que tu estas… ¿interesada?

—Bien, yo una vez… nosotros hablamos de eso… no.

—Lo arreglaremos.  No te preocupes.  Yo te ayudaré.

—Para ti es fácil decirlo; encontraste a Edward completamente golpeado y salvaste su culo.  Fue fácil para ti.  ¿Qué diablos voy a hacer?  Jasper ha vivido aquí por casi cinco años, y nosotros sólo hemos sido amigos… no se como posiblemente podría gustarle.  ¡Cinco años Bella!  ¡Cinco! ¡Y Nada! Si a él le gustara ya habría hecho algo

Reflexione sobre esto.  Jasper era muy refinado y reservado.  Pero aun así, no haría daño tratar.  Yo podría hacer esto.  Podría no ser capaz de ayudarme a mi misma en la relación, pero podría ayudar a Alice.  Y si a él, ella no le gustaba, al menos ella lo sabría.  Ella seria capaz de seguir adelante.

Okay ahora toma esa lógica y aplícala en ti misma.

Yo parpadee hacia el sillón azul delante de mí y gruñí internamente.  Diablos.  Tenia que ir a hablar con Edward después de esto.  Cuando miré hacia arriba, Rose estaba observándonos intensamente.

—Así que tú estás con Edward y a ella le gusta Jasper.  ¿Dónde está la novia de Emmett?

Y entonces todo hizo clic para ponerse en su lugar.  Rose no me odiaba.  Ella pensaba que a Emmett yo le gustaba.

—Rose, Emmett no está saliendo con nadie.  Él está soltero.  Pero anoche… la forma en la que el te miraba… no pienso que se vaya a quedar así por mucho tiempo.

Ella me miró por un momento y entonces sonrió.  Ella estaba sonriéndome, en vez de sentirme aliviada que ella ya no quisiera matarme, yo tenía miedo.  Había algo siniestro en esa sonrisa.

—Así que tú puedes ayudarme a mí y a Alice entonces.  Pareces estar en todo aquí.

De nuevo, parpadeé.  Esto no… era bueno.  No sólo no sabia nada acerca de Rose, me sentí más protectora hacia Emmett de lo que me sentía hacia Jasper.  Emmett era un chico inteligente.  Él tenía su propio negocio y se llevaba bien con la gente, pero yo tenía miedo de Rose, y Emmett era una persona tan amable.  Usando toda la valentía que tenia, fui honesta con ella.

—Mira Rose, no te conozco.  Te ayudaría pero no se cuales son tus intenciones  —yo sabía que en este momento sonaba como su pariente—, pero tu necesitas darte cuenta que  me preocupo por Emmett.  No de esa forma.   Él es como un hermano para mí.  Así que tendría que ver quién eres antes de que yo te ayudara a estar con él.

Mientras mas pensaba acerca de ello, Rose no me parecía dulce.  ¡Ella estaba con King por el amor de Dios!  Él hombre que había drogado a mi Edward.  Él hombre que había ordenado golpearlo.  A mi ella no me gustaba.

Su sonrisa decayó y la fría mirada en sus ojos salió una vez mas.

Una pena querida.  Eres culpable por asociación.

Repentinamente su cara se suavizo en una mascara de tristeza y ella bajo su mirada a sus manos.

—Tienes razón para no confiar en mí.  Sé cómo debo haberme visto anoche.  Yo sólo… he cometido errores en mi vida.  Emmett es la primera persona honesta que he conocido y realmente él me gusta.  Arriesgo mucho anoche por mi yo… a mí me gusta.  No es como que yo este aquí para robar su dinero o algo…

Yo estaba en un lio.

—Okay detente ahí.  ¿Piensas que Emmett es lo suficientemente tonto para dejar que alguna mujer venga aquí y se aproveche de él?, no.  Yo estoy preocupada  acerca de Emmett.  Él es un chico dulce y él es fácilmente manipulable con las emociones.  Él es la persona más generosa que conozco y lo que él quiera hacer con su dinero es su problema, pero no me sentaré aquí y te dejaré aplastar su corazón.  Él se merece más que eso.


Alice me miraba con una expresión curiosa, antes de mirarme con una expresión radiante y golpear mi rodilla.  Yo sabia que ella estaba de acuerdo conmigo.  Ella no sabía de quien estaba escapando Rose.

Escapando.

Ella fue golpeada por King.  Igual que lo había sido Edward.  ¿Mi hostilidad estaba mal dirigida?  Incluso si era así, yo aún tenia que estar segura de que ella iba a ser buena para Emmett.  Lo que le había ocurrido anoche a ella no tenia nada que ver con Emmett.   Yo tenia que recordar eso.

Ella asintió hacia mi solemnemente y sollozo un poquito antes de tomar la ropa que yo le había traído y me miró.

—De verdad, gracias.

Su tono era sincero, mientras ella se paraba e iba al baño.  Una vez la puerta estuvo cerrada, mis hombros cayeron y deje salir el aire que no sabia estaba sosteniendo.

Alice y yo compartimos una mutua mirada de aprensión antes de salir de la habitación.  Emmett salto del sillón y nos sonrió.

— ¿Y… que piensan?  —él era demasiado adorable.  

—No te voy a mentir, ella es bonita Emmett, pero  necesitas  tener cuidado.  Yo me preocupo por ti, así que sólo ten cuidado, ¿okay?  Toma las cosas con calma con ella.

Él asintió entusiastamente y una mirada pensativa vino a su cara.

Demasiado adorable.
Despidiéndonos con la mano, Alice y yo dejamos el apartamento en silencio.  Le prometí que la iría a ver pronto y que ella debería comenzar un plan para poder llegar a Jasper.  Sus ojos se iluminaron como un jodido árbol de navidad y entonces se marcho por el pasillo aturdida.  Resople y camine de regreso al apartamento para encarar mi inminente muerte con Edward.

Repentinamente todos mis maravillosas ideas de cómo maneje la noche anterior, no parecían tan maravillosas.

Si, el tratamiento del silencio no fue completamente intencional; yo sólo no sabía que decir.  Pero la mierda que hice antes de ir a la cama estuvo mal.  Yo ni siquiera podía recordar la mitad de mierda que le dije antes de ir a la cama.  Cuando cerré la puerta  oí los vagos sonidos de la televisión murmurando en el living.

Edward estaba despierto.

Me quite los zapatos y me deslice dentro, tratando de imaginarme de donde venían los sonidos mas fuertes de los habitantes.  A la derecha teníamos el dormitorio y a la izquierda teníamos la cocina y derecho el living, el cual estaba vacío.  Cuando oí correr la ducha, supe dónde estaba él y elegí la opción dos y me dirigí a la cocina.  El desayuno era siempre una buena forma de decir “lo siento por haber sido una perra anoche y joder con tu cabeza refregándome en ti, casi masturbándote con mi mano, y entonces irme a dormir.”

Gruñendo, recorrí mi lista mental de ítems para el desayuno.  Algo dulce parecía apropiado.  Saque lo que necesitaba del refrigerador y comencé a cortar las cosas para hacer una ensalada de frutas.  Al momento en que estaba agregando los duraznos y uvas, oí sus pies descalzos caminado hacia mí.  Me giré para ver a Edward parado al lado del mesón vistiendo un par de jeans y nada más.  Su cabello estaba empapado y le llegaba más debajo de su cabeza.  Podía oler la frescura de su jabón penetrar en la habitación.

—Buenos días  —su voz era baja y tentativa.  Mi corazón se apretó otra vez, sabiendo que él aún sentía que estaba en problemas.

—Buenos días, ¿estas hambriento?

Trate de mantener mi voz amplia y luminosa. Para mostrarle que no estaba molesta; que él no tenía que pelear por lo ocurrido la noche anterior.

— ¿Si, que haces?

Le entregue un bowl de fruta  y saque del refrigerador un bote de yogurt.

— ¿Quieres yogurt con ella?

Él miró al bowl en sus manos y entonces al yogurt en el mesón antes de asentir.  Le abrí la tapa y  saque el envoltorio de plástico.  Su bowl resonó en el mesón y sentí su calor contra mi espalda.  Yo inspiré y me quede completamente quieta.

—Bella… por favor, no estés molesta conmigo.  No quiero pelear contigo por esto.

Me giré y miré a sus ojos. La usual vitalidad estaba apagada en sus ojos casi pareciendo  como un verde pizarra por un momento.  Yo suspire y envolví mis manos alrededor de su cintura.  En vez de abrazarme, sus manos encontraron lugar en la repisa detrás de mi.  Presione mi cara en su pecho desnudo y respire en el.

Soy una perra.

—Lo siento… por lo de anoche.  Yo estaba confundida y enojada.  Estaba enojada contigo pero mayormente conmigo misma.  No estoy acostumbrada a que cuiden de mi y se lo que  hiciste… tú tenías una razón, una buena razón.  Me… estoy sintiendo horrible por como actué y se que no tengo excusa para lo que hice, pero por favor entiende que sólo necesito tiempo para acostumbrarme a esto  —sus brazos se envolvieron alrededor de mis hombros y sentí su mentón descansando sobre mi cabeza.

—Quiero cuidar de ti.  Quiero hacerte feliz.  Pero mas que todo, tengo que mantenerte a salvo.  Si cualquier cosa te pone incomoda,  tienes que decírmelo Bella.  No puedo prometer que nunca lo haré otra vez, pero puedo prometerte hablar acerca de ello.  Estoy aprendiendo esto también.  Tu significas mucho para mi y estoy tratando de no joder esto.  Y para ser honesto, estoy algo cansado de probarte esto a ti, pero aunque me demore por siempre, seguiré diciéndolo.

Tu eres una jodida arrebatada.  El solo sigue poniéndose mejor y mejor y tú sólo jodes toda esta mierda.

Sentí el calor de mis lagrimas rodando por mi cara.  Y luche para contener el llanto que estaba peleando por salir de mi nariz.  Edward retrocedió un poco y sentí su frente tocar la mía.

—Mierda, no llores.  No estoy enojado.  Estamos bien.  Bella, no llores; odio cuando lloras.

Retardada emocional.  Deja de llorar.  Bebe grande.

Me seque la humedad de los ojos y le sonreí.  Una sonrisa real que me hizo sentir realmente bien después de toda la mierda.  Él me sonrió de vuelta y me voltee rápidamente para terminar de preparar el resto del desayuno juntos.

—Okay cuanto…  —antes de poder terminar la frase, mi mano fue demasiado lejos golpeando el yogurt del mesón al lavaplatos, causando que volara sobre todo mi cuello y brazos.  Me quede de pie, congelada en mi lugar y sentí la sangre escapar de mi cara con venganza.

Ha, ha, ha, ha, ha. Klutz.

— ¡Mierda!  —miré alrededor por una toalla pero no vi ninguna.  Mierda, ellas estaban en el lavadero justo ahora.  Sentí a Edward temblando a mi lado y lo miré para ver su cara compuesta pero conteniéndose.  Estaba tratando mucho de no reírse de mí.

—Sólo déjalo salir…

Él empezó a reírse pero rápidamente comenzó a reírse más fuerte.  Rodeé mis ojos hacia él y lo fulminé con la mirada, sin controlar mi propia sonrisa.

—Jodete Edward.  Si fueras un caballero, me ayudarías a limpiarme.

El humor murió rápidamente mientras sus ojos estaban sobre mi rostro mientras él daba un depredador paso hacia mí.

Ummmmm, ¿Mierda?

Se esta sintiendo realmente caliente aquí ahora…


EPOV

Desperté con un leve dolor de cabeza. Mi cara estaba hundida en la almohada de Bella y sentí la cama vacía antes de ver que ella se había ido.  Gruñendo, me levanté y miré alrededor de la brillante habitación por un momento antes de arrastrarme fuera de la cama hacia el living.  Encendí la televisión y la busque.  Imaginándome que había ido a la tienda, entre en la ducha.  Mientras habría la ducha, oí la puerta cerrarse y me pregunté si ella aún estaba enojada.  Ella estaba enojada anoche, ¿estaría aún molesta esta mañana?  Restregué el olor a humo y sudor de mi cuerpo y me sentí mil veces mejor.

Después de ponerme un par de jeans, me dirigí sin prisa al living, oyéndola moverse alrededor de la cocina.  Ella estaba de espaldas cuando la vi por primera vez y me divertí mirando su apariencia.  Estaba vistiendo mis pantalones de pijama, los cuales fácilmente eran tres veces su talla y una camiseta.  Su cara lucia  tensa cuando finalmente se volteo a mirarme.

Después de un tenso saludo, decidí lanzarme y sólo disculparme, otra vez.  Ya no sabía que más hacer.  Mientras estaba alcanzando el borde de mi cuerda con este asunto,  sabia que tenía que aguantar una vez más la irritación.  Había una pequeña voz en mi cabeza diciéndome que esto era demasiado importante para arruinarlo por una desacuerdo.  Una vez que las lágrimas entraron en juego, me estaba sintiendo mejor pero a la vez irritado.  Jesús,  ya me sentía como una mierda, el que llorara me hacia sentir peor.  Cuando ella sonrió, no me sentí tan aliviado como pensé que lo haría.  La tensión en mi cuerpo aún estaba retumbando.  Yo estaba tenso y reprimido y no sabia porque.  Las cosas están bien, ¿cierto?

El yogurt estaba salpicado sobre todos los mesones, tan bien en su cuello y hombros.  Riendo, me agarré al borde del lavaplatos y la miré.  Incluso tenia en su pelo.  Miré una  lechosa gota que estaba deslizándose lentamente por su cuello hacia su escote.  La tensión en mi espalda se intensificó un poco y supe que necesitaba una liberación.

—Jodete Edward.  Si fueras un caballero, me ayudarías a limpiarme.

Dejé de reírme y miré su cara.  Ella estaba sonrojada y sonriendo con manchas de yogurt sobre ella.  Me pare mas cera tratando de medir su reacción.

No se me negaría esto.

Su sonrisa cayo y sus ojos se ampliaron fraccionalmente.  Yo sonreí y la agarré fuerte de la cintura.  La rápida inhalación que ella tomó me hizo sentirme drogado.  Hundí mi cabeza y lamí el yogurt de su pecho.  Aplastando con mi lengua desde su pecho hasta el cuello, donde acaricie su oído.

—Te ayudaré, pero no me comportaré como un caballero.

Ella tembló en mi agarre, mientras la empujaba contra el mesón y la levantaba para sentarla ahí.  Mis manos se deslizaron por  debajo del borde de su camiseta para sacársela, exponiendo su piel pulgada a pulgada.  Una vez llegue a su cuello fui mas lento, dejando la camiseta cubriendo sus ojos e inclinándome para lamer las manchas de yogurt que podía ver.  Su respiración era errática y la mía no estaba mejor.  Ella era jodidamente suave para su propio bien.  Una vez que ya no pude ver nada mas que lamer, saque el resto de su camiseta y la deje caer al suelo.  Tratando de moverme mas lento, agarré los bordes del mesón otra vez y apoye mi cara en su hombro y respire profundamente.  Ella olía a calidez.

—Te deseo ahora mismo… tengo que tenerte Bella, necesito esto.

—Pero no podemos… el doctor dijo

—Mierda, me importa una mierda lo que el dijo.  Yo quiero esto jodidamente ahora.

No la deje responder.  La besé duro.  Su cabeza golpeo el gabinete de atrás pero no deje que eso me detuviera.  Presione mas fuerte y acaricie con mi lengua la suya, lamiendo y mordiendo contra su suavidad.  Corriendo mi lengua sobre su labio inferior y finalmente liberando el borde de piedra para agarrar su cuello y tirar de su cintura mas cerca en el mesón.  Necesitaba sentirla contra mí.  Presione mis caderas contra el apéndice de sus muslos y me restregué contra ella.  Sus gemidos me estimularon y me incline para lamer sus pezones.  Ella entrelazo sus dedos en mi cabello y yo alcance el bowl de frutas que había desechado.  La primera pieza que toque y recogí la traje a su boca.  el trozo de durazno estaba resbaloso en mi agarre.  Recorrí sus labios con la parte plana y entonces me incline para saborear mi trabajo manual.  Su boca se volvió insistente sobre la mía y gruñí sabiendo que ella no iba a detenerme.  Ella detuvo el beso con un jadeo cuando delinee la fría fruta sobre su pezón derecho.  Sonriendo con aire de suficiencia, me incline para lamer el pegajoso jarabe que había dejado ahí.

No la vi moverse pero sentí el frio goteo del yogurt sobre mi hombro me voltee rápidamente a mirarla.  Ella me sonrió y apretó sus muslos alrededor de mis caderas antes de apoyarse mas atrás para succionarlo de mi piel.  Sus dedos estaban bañados en crema blanca mientras ella recorría con ellos mi pecho y hacia mi estomago.  Di un paso atrás mientras ella saltaba del mesón y se movía hacia abajo por mi cuerpo siguiendo el camino que sus dedos habían hecho, esta vez con su boca.

Su lengua era fuego después del frio de sus manos y yo temblé de anticipación mientras sus dedos desabotonaban ágilmente mis jeans.  Sentí el grueso material amontonarse en mis tobillos antes de que me los sacara pateando y me apoyara contra el mesón.  Bella se movió hacia atrás, alcanzando nuevamente el envase de yogurt, empapando sus dedos en la sustancia antes de agarrarme con su mano y untara mi longitud.  Aspire hondo mientras sentí sus labios envolverse  alrededor de la punta de mi polla.  Ella hizo lentamente su camino hacia abajo lamiendo y succionando hasta la base.  Gruñí y deje caer mi cabeza hacia atrás.

Mierda, necesitaba esto.

Volviendo a mirar hacia abajo y la vista de ella medio desnuda y moviendo arriba y abajo su cabeza sobre mi erección causo una oleada de posesión que se disparo hacia mi columna.  La tomé del pelo y la alejé de mí.  Ella estaba jadeando y ruborizada, mientras nos giré y le arranque sus pantalones de pijama junto con sus bragas.  Hmmmm amarillo hoy.  Lindas.  Hubo un ruido silenciado  y sentí un bulto en el bolsillo de franela.

—Edward…

—Cállate Bella.

El teléfono que le compre, se deslizo sobre el piso de losa y lo levante, mirándolo curiosamente.  Esto significaba que ella lo había llevado consigo.  Ella había dejado el apartamento con el teléfono.  Esta había sido la primera vez que lo había hecho y eso significaba que…

Oí sus dientes presionar y sonreí.  Recorrí con mis manos hacia arriba por sus pantorrillas, sus muslos, sus caderas, desviándome sobre sus brazos y sobre sus hombros entonces baje por su pecho para acunar sus pechos.  Ella se arqueo hacia mí, mientras yo frotaba mi pulgar sobre sus pezones.  Empujé mis muslos entre sus piernas y la aplaste contra el mesón, mientras volvía a alcanzar el bowl con fruta.  Esta vez saque un trozo de piña.  Estaba firme y resbaladizo, chorreando jugo sobre mis dedos y en mi palma.  Bella tomó mi muñeca y la trajo a su boca, lamiendo el jugo que estaba escurriendo por mi brazo pero sin tomar el trozo.  Yo abrí sus piernas con mis rodillas y la deje caer para lamer su ombligo.  Ella agarró el mesón con una mano y con la otra mi pelo antes de apoyarse.  Yo tomé su pierna izquierda y la acomode sobre mi hombro antes de pasar el trozo de piña sobre sus ya húmedos pliegues  y alrededor de su hinchado clítoris y entonces lamí el pegajoso desastre.  Ella gimió y agarró mi pelo más fuerte.  Me levante y deslice el trozo en su boca.

—Sostenlo, no te lo comas  —mi voz sonó baja y salió mucho mas dura que lo que yo había querido.

Sus ojos estaban abiertos ampliamente y ella mordió el trozo delicadamente, sosteniéndola entre sus labios.

Mis ojos se dirigieron otra vez hacia el apéndice de sus piernas, antes de que yo aplastara mi cara en ella.  El sabor de la piña y su sexo era sorprendente.  Deslice dos dedos dentro de ella y pase mi lengua sobre su clítoris mientras ella alcanzaba su clímax.  Cuando me puse de pie la acerque tomándola fuerte de los muslos.  Su culo estaba balanceándose precariamente sobre el borde del mesón de granito.  Me acerque y besé su cuello antes de susurrar.

—Me vuelves jodidamente loco, Bella.  Y la noche anterior será la última vez en que me lo niegues.

Ella gimió y me deslice en su interior, no lento, pero tampoco rápido.  Yo estaba deliberando mis movimientos, cuidando de moverme demasiado rápido, para no agotarme demasiado.  Mi boca bajo a la suya y mordió la fruta que estaba sosteniendo, el jugo corriendo como ríos por su mentón y cuello antes de hacer camino entre sus pechos.  Mis caderas empujando en ella con medidos tiempos.  Yo dominaba todo lo que podía.  Mis manos se envolvieron alrededor de ella sosteniéndola; los sonidos de su respiración cambiaron; ella estaba cerca.


—Sabes lo que quiero Bella, vamos… dímelo Bella…

—Mierda Edward… ve voy… MIERDA  me voy a venir.

Gruñí y lleve mi mano hacia abajo entre nuestros cuerpos para frotar su clítoris.  Cuatro estocadas fue todo lo que me tomó, antes que su cuerpo estuviera apretándose a mí alrededor.

—Edward… necesito sentirte… por favor…

Y porque yo sabía lo que ella quería, porque ella me deseaba en mi forma más primitiva, temblé y me vine.  Jodidamente me vine fuerte y le di lo que ella necesitaba.

Esta chica estaba volviéndome loco.

—Bella… yo.

—Estamos bien.  Siento lo de anoche.  Yo estaba… yo estaba equivocada y lo siento tanto.

—Llevaste el teléfono contigo.

Ella me miró y por un momento pensé que la había perdido.  Sus ojos estaban en blanco al igual que sus facciones, pero lentamente su sonrojo se hizo presente y ella asintió.

—Gracias.

—Lo siento, soy una perra.  No se que mas decir.  La noche anterior salió tan mal y yo estaba equivocada y no estoy diciendo que eso te de la razón… pero yo estaba equivocada… y ahora sólo estoy hablando sin razón... así que.

Mis labios se elevaron por sí mismos y dejé que la sonrisa se pusiera en mi cara.  Me sentí cien veces mejor.  Esto iba a salir bien.  Yo no cague esta mierda completamente y ella admitió estar equivocada también.  Así que técnicamente, eso significaba que nos habíamos cancelado el uno al otro y todo esta discusión se podía ir ahora.

—Vamos a tomar una ducha.  Estas pegajosa.

— ¡Psssh! Tu también estas pegajoso.  ¡Y todo esto es tú culpa!

— ¡¿Disculpa?! ¿Mi culpa?  No corazón, creo que fuiste tú quien le dio un gancho al yogurt.

—Edward…

—Ya está.  Vamos a la ducha.  —metí un trozo de piña en mi boca y le sonreí.

Ella rio y tomé nuestra ropa del piso y las arrojé al cuarto de lavado antes de perseguirla.

Sexo en la ducha, aquí voy…








4 comentarios:

  1. Por lo menos ahora pueden decir que están mas unidos que nunca, y ahora Bella ayuda a Alice con Jasper, y advierte a Emmett, solo espero que Rosalie sea buena con él ;)
    Besos gigantes!!!
    XOXO

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  2. Ohhhhh, esos miedos ocultos pueden causar muchos problemas, lo bueno es que puediron 'hablarlo' a su manera jajajaja

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  3. jajajajajaja lomejor d la pelea es la reconciliacion y estos dos niños tan traviesos y hermosos solo nesecitan hablar me encanta su relacion y q reconoscan en lo q estan mal aun q a veces los dos sean tan tercos pero a si los quieroooooo graciasssssssss ♥ nos leemos

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  4. Hola me facina la historia. Creo k James se siente triunfador solo k Edward pronto lo demostrara.

    Nos seguimos leyendo.

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