—¿Sigues confundida? —se inclinó para besarle la boca con calidez. Ella le devolvió el beso, aunque su confusión aumentó.
Edward pareció creer que la respuesta de Bella al beso, disiparía las dudas que la acosaban. Por el contrario, aumentó la incertidumbre y las reservas de Bella.
—¿Lo entiendes ahora? —murmuró él con voz suave, cerrando los ojos.
Bella ansiaba entender. Negó con la cabeza, asustada.
Edward le acarició los labios con el índice. Sus caricias más inocentes incendiaban a la chica. Siguiendo un repentino impulso, Bella le tomó una mano y le besó los dedos.
—Ay, amor —gimió él y volvió a besarla con dulzura—. Tenemos que terminar con esto antes que me vuelva loco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario