—Pero te prefiero mucho más cerca —la agarró de la mano y tiró de ella para darle un beso; un beso con el que le decía lo que la había echado de menos.
—¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó ella cuando se separó para tornar aliento. Antes de que el pudiera contestar, ella se corrigió—: Déjame que te haga la pregunta de otra manera: ¿Qué quieres que hagamos hoy con la ropa puesta?
Edward dejó escapar un gruñido.
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