26 de junio de 2017

Tras Telones 2



—Edward, ya no soy la niña con estrellitas en los ojos. No quiero ser tu entretenimiento del verano. Simplemente, no deseo arrojarme a tu cama otra vez.

—No recuerdo habértelo pedido —dijo él, arqueando una ceja.

—Entonces, ¿por qué no me dejas en paz? —imploró ella, frustrada y molesta por la burlona respuesta de él.

—No tengo ninguna intención de dejarte en paz —dijo él, sonriendo y revelando una blanquísima dentadura y observándola especulativamente antes de agregar—: Durante los últimos tres años, he pensado en ti con frecuencia. Y pienso que te conozco mejor de lo que crees. Voy a acosarte sin piedad hasta que descubra por qué estás actuando como una niñita malcriada conmigo.

—¡Ese es un descubrimiento que nunca harás!


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