30 de noviembre de 2016

Actualización Capítulo 3 Amor en Navidad



Cuando llamaron a la puerta, dijo:

—Adelante —y demasiado tarde recordó que no tendría que haberlo hecho antes de preguntar quién era.

El profesor entró.

—Jamás debería abrir sin comprobar de quién se trata —apagó el gas de la tetera, la chimenea y luego introdujo a Aengus en su jaula.

— ¿Qué hace? —quiso saber ella.

—Me la llevo a desayunar… y también a Aengus. Póngase un abrigo.



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