Tenía ganas de llorar. ¿Eso era todo
lo que iba a decirle?
«Te
echo de menos, mamá. Necesito que alguien me diga cómo ser una mujer. No sé qué
hacer. No sé cómo llegar a él… o si quiere que lo haga».
—Bella…
Lo sintió detrás de ella.
Sintió su calor, su presencia. Y, como era lo que deseaba, se dio la vuelta
para buscar sus brazos.
—Echo de menos a mis padres
—confesó, casi sin voz.
—Lo sé, cariño. Yo también
los echo de menos.
Bella apretó la cara contra
su pecho.
—Lo siento. Es que a veces… me
siento sola.
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