3 de marzo de 2017

Arreglo de Boda



Al sentir los labios del hombre acariciando sus pechos a través de la tela, Bella tuvo que sujetarse a sus hombros para no caer al suelo.

No era más que un roce, pero la dulce caricia le hacía sentir frío y calor al mismo tiempo.

—Más —susurró, apretándose contra él.

Edward la mordisqueaba y Bella enredó los dedos en su pelo, murmurando su nombre.


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