—No entiendes, Bella. Quiero casarme contigo.
—Eres muy amable, sin embargo, no me amas. Algún día serás un marido fantástico para alguna afortunada mujer —Bella estaba acostumbrada a su agradable presencia y a pesar de que se sentía a gusto con él, no experimentaba la emoción, la urgencia, el ansia de estar enamorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario