4 de noviembre de 2017

Mi lugar en el Mundo 3


Ella asintió. Edward echó un vistazo al apartamento. El confortable pero pequeño sofá no lo parecía tanto como posible cama. Estaba seguro de que el mueble- cama sería mejor, pero dudaba mucho que Bella estuviera dispuesta a compartirla con él. Miró al suelo y aquello le pareció aún peor.

—Supongo que esperarás que duerma en la alfombra.

Bella lo miró con los ojos muy abiertos y una ola de rubor subió a sus mejillas.

—No espero que vayas a dormir aquí.

—Creía que ya habíamos aclarado ese asunto.

—No vas a dormir en mi apartamento —dijo ella rígida.

—Me quedaré hasta que se celebre la subasta —respondió él. Su tono era tan sombrío como su humor después de la cena. Se sentía como un paria indeseable y eso era algo a lo que no estaba acostumbrado. Normalmente las mujeres se tiraban a sus pies, incluso sus ex novias.

Todas menos Bella.

Y la mirada de horror de Bella no mejoró en nada su deteriorado humor.

—No voy a atacarte —continuó—. Estoy aquí para protegerte.


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