27 de febrero de 2018

Mi lugar en el mundo 6

—No tengo la más mínima intención de atormentarte. Me perteneces y no dejaré que finjas que no existo en tu vida.

—No puedes estar hablando en serio. Es imposible que hayas dicho lo que acabas de decir.

—Lo he dicho. Lo acepto.

—No te pertenezco —la idea en sí era obscena—. Tú rechazaste a nuestro hijo y ahora pretendes hacerme creer que puedes venir diciendo que soy tuya.

—Yo no rechacé a nuestro hijo.

—¿Y cómo llamas a lo que hiciste? — preguntó ella con tono de desprecio y también de desafío—. Ya lo tengo —dijo poniéndose un dedo en la sien y frunciendo los labios mientras asentía con la cabeza—. No creías que el bebé  fuera tuyo y por eso dices que no rechazaste a tu hijo. Muy conveniente.


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